5. LITERATURA HEBREO-ARAMEA: LA BIBLIA.- Las Biblias del
judaísmo y del cristianismo difieren en varios aspectos importantes. La Biblia
judía son las escrituras hebreas, 39 libros escritos en su versión original en hebreo,
a excepción de unas pocas partes que fueron redactadas en arameo. La Biblia
cristiana consta de dos partes: el Antiguo Testamento y los 27 libros del Nuevo
Testamento. Las dos principales ramas del cristianismo estructuran el Antiguo
Testamento de modo algo diferente. La exégesis del Antiguo Testamento leída por
los católicos es la Biblia del judaísmo más otros siete libros y adiciones.
Algunos de los libros adicionales fueron escritos en su versión primitiva en
griego, al igual que el Nuevo Testamento. Por su parte, la traducción
protestante del Antiguo Testamento se limita a los 39 libros de la Biblia
judía. Los demás libros y adiciones son denominados apócrifos por los
protestantes y libros deuterocanónicos por los católicos. Los libros de la Biblia.-
La Biblia es un conjunto de libros que se transmitieron por escrito a lo largo
de muchos siglos que fueron fijándose por escrito durante un tiempo muy
dilatado. El proceso de creación de la Biblia tal y como la conocemos hoy pasa
por una serie de etapas: a) Primer período (hasta el 950 a. C., aprox.).-
Durante esta etapa se compuso casi toda la parte poética del Antiguo
Testamento. b) Segundo período (entre los siglos X y VI a. C.).- En este tiempo
se puso por escrito la Thorá, es decir la ley, los libros que el pueblo hebreo
entiende como la auténtica palabra revelada por Dios al hombre. La Thorá está
formada por cinco libros (observa la tabla del siguiente epígrafe). También
pertenecen a este período los relatos históricos referentes a los reinos de Israel
y Judá. c) Tercer período (entre los siglos VI y II a. C.).- Buena parte de los
libros de contenido filosófico y moral, así como proféticos pertenecen a esta
fase de construcción de la Biblia. d) Cuarto período (entre el II a. C. y el II
d. C.) En este período se escriben los libros apocalípticos del Antiguo
Testamento y la totalidad del Nuevo Testamento.
·
Categoría Libros Históricos y narrativos:
Pentateuco o Thorá, formado por cinco libros: Génesis, Éxodo, Levítico, Números
y Deuteronomio.
·
Filosóficos y morales: Proverbios, Libro de Job
Poéticos Cantar de los cantares, Salmos.
·
Antiguo Testamento: Escrito en arameo y hebreo
·
Proféticos Isaías, Jeremías, ...
·
Evangelios, La vida de Cristo: Marcos, Mateo,
Lucas, Juan
·
Después de la vida de Cristo: Construcción de la
iglesia cristiana
·
Hechos de los apóstoles: epístolas. ...
·
Nuevo Testamento Escrito en griego y, algunos
libros, en arameo Alegóricos: Apocalipsis
Es de público conocimiento que la Biblia, en
sus centenares de diferentes traducciones, es el libro de mayor difusión en la
historia de la humanidad. Es más: en todas sus formas, la Biblia ha sido
influyente hasta llegar a extremos insólitos, y no sólo entre las comunidades
religiosas que la consideran sagrada y la reverencian. En especial, la literatura,
el arte y la música del mundo occidental tienen una enorme deuda con los temas,
motivos e imágenes de la Biblia. Algunas traducciones al inglés, como la así
llamada “Biblia Autorizada” (o versión del rey Jacobo, 1611) o la traducción de
la Biblia al alemán por Martín Lutero (terminada en 1534), no sólo influyeron
en la literatura sino que también promovieron el desarrollo de ambos idiomas.
Estos efectos siguen vigentes en las naciones en proceso de formación, donde
las traducciones de la Biblia a la lengua vernácula contribuyen a moldear las
tradiciones lingüísticas futuras. El género y los géneros de la Biblia.- Desde
el punto de vista literario el Antiguo Testamento (de hecho, la Biblia entera)
constituye una antología, una colección de muchos libros diferentes. No es en
absoluto un libro unificado por lo que respecta a sus autores, su fecha de
composición o su estilo literario. Por el contrario, representa una auténtica
biblioteca. En general los libros del Antiguo Testamento y las partes que los componen
pueden clasificarse como narraciones, obras poéticas, escritos proféticos,
códices legales o apocalipsis. En su mayoría, se trata de categorías amplias
que incluyen diversos tipos o géneros diferentes de literatura y tradiciones
orales. Ningunade estas categorías se limita al Antiguo Testamento, ya que
puede hallarse en otras literaturas antiguas, en especial la del Oriente
Próximo. Sin embargo, es necesario subrayar que algunos estilos no quedaron al
fin incluidos en el Antiguo Testamento. Las cartas o epístolas, tan importantes
en el Nuevo Testamento, no se encuentran en el Antiguo en forma de libros
separados (a excepción de la Carta de Jeremías en algunas tradiciones
manuscritas). No es posible hallar tampoco autobiografías, dramas ni sátiras. Sorprende
de una forma especial el hecho de que la mayor parte de los libros del Antiguo
Testamento contiene varios géneros literarios. Por ejemplo, el Éxodo incluye
narraciones, leyes y poesía; la mayoría de los libros proféticos incorporan
narraciones y poesía, además de los géneros proféticos como tales. a) La
narración.- La gran mayoría de los libros del Antiguo Testamento son
narraciones, es decir, recogen y refieren los acontecimientos del pasado. Si
tienen, como casi todos, una trama (o al menos el desarrollo de una tensión y
su resolución), una caracterización de los personajes y una descripción del
escenario en el que se producen los acontecimientos, son relatos. Por otra
parte, muchas obras narrativas del Antiguo Testamento son historias, aunque no
se ajusten a la definición científica del término. Una historia es una
narración escrita del pasado guiada por los hechos, en la medida en que el
autor pueda determinarlos e interpretarlos, y no por consideraciones estéticas,
religiosas o de otra índole. Las narraciones históricas del Antiguo Testamento
son obras más populares que críticas, ya que los autores recurrieron a menudo a
tradiciones orales, algunas de ellas poco fiables, para escribir sus relatos.
Además, todas las narraciones se compusieron con un propósito religioso.
Pueden, en consecuencia, llamarse historias de salvación, ya que su propósito
es demostrar cómo participó Dios en los acontecimientos humanos. b) La poesía.-
La poesía hebrea tiene dos características principales: La
característica más obvia es el uso del parallelismus membrorum o paralelismo de
versos u otras partes. Por ejemplo, el significado de un versículo puede
reformularse o repetirse en un segundo versículo, como en Sal. 6,1: “Yahvé, no
me corrijas en tu cólera, en tu furor no me castigues”. Se trata, como resulta
obvio, de sinónimos. Por otra parte, la segunda línea de la unidad puede
exponer el aspecto negativo de la aseveración de la primera, como en Prov.
15,1: “Una respuesta suave calma el furor, una palabra hiriente aumenta la
ira”. En otros casos, la segunda línea puede ampliar o explicar la primera y en
otras circunstancias el paralelismo es pura formalidad. La
otra característica importante de la poesía hebrea es el ritmo, que parece
haberse basado en el número de acentos en cada línea. Una de las métricas más
fáciles de reconocer es la de la kiná (endecha o lamentación), en la que la
primera línea tiene tres sílabas acentuadas y la segunda, dos. Entre los libros
poéticos de la Biblia encontraremos diferentes temas:
Muchos de ellos son himnos de alabanza a Dios (los Salmos) en función de la
coronación de un rey. Algunos de los Salmos son
lamentaciones personales de individuos, de seres humanos, colocados en
situaciones límite. Poemas sapienciales que dan
consejos sobre la manera de llevar una vida próspera y provechosa, pautas de
comportamiento para afrontar la vida. c) Las profecías.- En la literatura
profética predominan los discursos, ya que la actividad inherente del profeta
consistía en difundir la palabra de Dios relativa al futuro inmediato. Los
mensajes más comunes son profecías de castigo o de salvación. Por lo general,
la profecía de castigo explica las razones de éste en términos de injusticia
social, arrogancia religiosa o apostasía y asimismo detalla la naturaleza del
desastre, militar o de otra índole, que recaerá sobre la nación, grupo o
individuo a la que va dirigida. Las profecías de salvación anuncian la
inminente intervención de Dios para rescatar a Israel. Otros discursos incluyen
las profecías contra las naciones extranjeras, discursos de aflicción que
enumeran los pecados del pueblo, admoniciones o advertencias. d) Las leyes.- La
materia legal es tan destacada en las Escrituras hebreas que el judaísmo llamó
Torá (del hebreo torah, ‘ley’) a los primeros cinco libros y los primitivos
cristianos a la totalidad del Antiguo Testamento. Los textos legales son
dominantes en Éxodo, Levítico y Números. El quinto libro de la Biblia fue
denominado Deuteronomio (‘segunda ley’) por sus traductores griegos, aunque el
libro es en síntesis un informe de las últimas palabras y hechos de Moisés.
Contiene, no obstante, numerosas leyes, por lo general en el contexto de la
interpretación y la predicación o el sermón. Según la tradición bíblica, la
voluntad de Dios fue revelada a Israel a través de Moisés al establecer la
alianza en el monte Sinaí. En consecuencia, todas las leyes —a excepción de las
contenidas en Deuteronomio— pueden encontrarse desde Éxodo 20 hasta Números 10,
donde se relatan los acontecimientos que tuvieron lugar en Sinaí. Los
especialistas han detectado en las leyes hebreas dos modalidades principales: La ley apodíctica está representada por los Diez Mandamientos
(Éx. 20,1-21; 34,14-26); (Dt. 5,6- 21), aunque no se limita a ellos. Estas
leyes, que por lo general se encuentran en recopilaciones de cinco o más, son
sucintas manifestaciones, inequívocas y sin discusiones de la conducta humana
que Dios exige. En caso de ser positivas, se denominan mandamientos; si son
negativas, se trata de prohibiciones. Las leyes
casuísticas constan de dos secciones. La primera establece una condición (“Si
un hombre roba un buey o una oveja, y los mata o vende...”) y la segunda las
consecuencias legales (“...pagará cinco bueyes por el buey, y cuatro ovejas por
la oveja”, Éx. 21,37). Por lo general, estas leyes se refieren a los problemas
que pueden surgir en la vida rural y urbana. Las leyes casuísticas son
similares en su forma, y a menudo en s u contenido, a las normas recogidas en
el Código de Hammurabi y otros códigos legales del antiguo Oriente Próximo. e)
Los textos apocalípticos.- Un apocalipsis o revelación expone una serie de
acontecimientos futuros mediante una larga y detallada reseña de un sueño o de
una visión. Utiliza imágenes de fuerte contenido simbólico y con frecuencia
extravagantes, que a su vez son explicadas e interpretadas. Los escritos
apocalípticos suelen reflejar la perspectiva histórica que tiene el autor de su
propia era, en un momento en que las fuerzas del mal se aprestaban para librar
su batalla final contra Dios, tras lo cual nacería una nueva edad.
El Nuevo Testamento.- Desde un punto de vista literario los
documentos del Nuevo Testamento pueden clasificarse en cuatro tipos o géneros
principales: evangelios, historia, epístolas y apocalipsis. De los cuatro, sólo
los evangelios responden en apariencia a un estilo literario que tuvo su origen
en la comunidad cristiana. a) Evangelios.- Un evangelio no es una biografía
aunque guarde algunas semejanzas con las biografías de héroes, humanos o
divinos, del mundo grecorromano. Un evangelio es una serie de reseñas
individuales de hechos o dichos, cada una de las cuales mantiene una cierta
unidad, aunque estén organizados con el objeto de crear un efecto acumulativo.
Al parecer, los autores de los Evangelios tuvieron cierto interés en resaltar
el orden cronológico, aunque no fue una de sus prioridades. Lo que influyó en
mayor medida sobre la organización del material fueron los temas teológicos y
las necesidades de los lectores. Por ello podría esperarse que, aunque los
cuatro Evangelios del Nuevo Testamento se centran en la vida de Jesús de
Nazaret y los cuatro son evangelios desde el punto de vista literario,
existiesen diferencias entre ellos. Y así es. A excepción de los relatos del
arresto, juicio, muerte y resurrección de Jesús (episodios similares en los
cuatro libros), los Evangelios difieren en importantes detalles, perspectivas y
énfasis de interpretación. Sobre estos particulares es el Evangelio según san
Juan el que más se distingue de los demás. En este Evangelio, Jesús aparece
descrito de forma más obvia como divinidad omnisapiente, omnipotente y
superior. Los otros tres se denominan Evangelios Sinópticos (vistos juntos)
porque a pesar de sus diferencias, si se organiza en columnas paralelas el
texto de Mateo, Marcos y Lucas, sus coincidencias son tales que pueden
apreciarse de un modo visual, hasta tal punto que han generado numerosas
hipótesis acerca de sus relaciones. La opinión especializada más difundida
sostiene que Marcos fue el primer Evangelio que se escribió y sirvió como
fuente inspiradora para Mateo y Lucas. Lo más probable es que estos dos últimos
recurrieran a otros textos además de a esta fuente común, una hipótesis basada
en la gran cantidad de material común que no se encuentra en Marcos. b)
Historia.- La mejor representación de la narración histórica en el Nuevo
Testamento se halla en Hechos de los Apóstoles, el segundo de dos volúmenes (en
ocasiones denominados Lucas-Hechos) atribuidos a san Lucas. Estos dos libros relatan
la historia de Jesús y de la Iglesia que surgió en su nombre como una narración
continua, centrada en la historia de Israel y del Imperio romano. La historia
se presenta desde el punto de vista teológico, es decir, que interpreta el
proceder de Dios en un acontecimiento concreto o con una determinada persona.
Hechos se destaca en el Nuevo Testamento por recurrir a la narración histórica
como vehículo para la proclamación de la fe cristiana. c) Epístolas.- En el
mundo grecorromano la epístola o carta constituía un estilo literario bastante
generalizado y constaba de la firma, dirección, saludo, alabanza o acción de
gracias, el mensaje y la despedida. San Pablo encontró que este estilo
congeniaba con respecto al que mantenía para dirigirse a las iglesias que había
fundado, y resultaba cómodo y didáctico para un apóstol itinerante. Este estilo
adquirió gran popularidad en la comunidad cristiana y fue empleado por
numerosos jerarcas y escritores de la Iglesia. Las epístolas que escribieron,
algunas de las cuales aparecen en el Nuevo Testamento, son en realidad
sermones, exhortaciones o tratados, apenas encubiertos por los rasgos del
género epistolar. d) Escritos apocalípticos.- Los escritos apocalípticos
aparecen en todo el Nuevo Testamento, pero s u uso es predominante en el libro
llamado Apocalipsis (o Revelación). Por lo general, los apocalipsis se
escribieron en épocas de graves crisis de una comunidad, tiempos en los que la
gente mira más allá del presente y de lo humano en busca de ayuda y esperanza. Esta
literatura es muy visionaria, simbólica y pesimista en cuanto a la situación
global del mundo y esperanzadora sólo en términos de lo invisible que está más
allá de lo José Mª González-Serna Sánchez IES Carmen Laffón Las literaturas
antiguas.- 11 material y de la victoria que está más allá de la historia. Las
visiones del fin del mundo se caracterizan por la retribución y la recompensa a
los justos. Al parecer, Apocalipsis fue escrito durante la persecución
desencadenada contra los cristianos bajo el emperador romano Domiciano (81-96
d.C.).
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